La mayoría de las personas cuando se levantan llevan a cabo su rutina de la mañana (esto varía mucho de una persona a otra: levantarse con tiempo para desayunar, leer, arreglarse con calma, o las que prefieren un café de trago y ducharse por la noche…), llegan a su puesto de trabajo, cumplen con sus funciones y se van a seguir con su rutina post-laboral, pero es un proceso tan automatizado que no solemos preguntarnos. ¿Por qué trabajo? ¿Para qué lo hago? ¿Qué sentido tiene mi trabajo? Evidentemente hay un por qué, pero… ¿Cuál es?
El estudio de las motivaciones laborales ha sido un tema controvertido y de numerosas investigaciones a lo largo de la historia
Seguramente hay respuestas de todo tipo, pero las que primero nos vienen a la cabeza son: económicas (por dinero, para pagar mis deudas), porque es lo que hay, porque en la sociedad en la que vivimos si no trabajas estás mal visto…. Casi todas basadas en motivaciones externas o impuestas y con cierta connotación negativa hacia el trabajo.
Si pensáramos realmente en nuestra propia motivación, en las causas que realmente nos empujan a trabajar y dejáramos de lado la creencia de la obligación o de la presión de la sociedad … podríamos acercarnos a términos muy distintos como reconocimiento, honor, dignidad, gratitud…
Si cada día pensáramos en la importancia de lo que hacemos, a quién afecta cada cosa que decidimos o ejecutamos y cómo podríamos mejorar, estaríamos dándonos un valor mucho más allá del propio trabajo, estaríamos mejorándonos a nosotros mismos. Podríamos a la vez, detectar con lo que realmente nos sentimos bien y que nos gustaría seguir haciendo, y cambiarlo si no nos gusta, tendríamos la posibilidad de soñar, de pensar en futuro, en planes y proyectos porque sabrías cómo quieres alcanzarlos. Hablamos de tener pasión, de generar pasión. ¿No te suena todo esto mucho mejor?
Encontrar realmente lo que nos gusta, elegir lo que queremos, sentirnos bien con ello y establecer una relación más allá de lo económico nos dará las respuestas a los porqués, a crecer como individuo y a crearte tu rol no sólo personal sino social.
Barry Schwartz, reconocido psicólogo estadounidense tiene una teoría. Para Schwartz las ideas determinan como vemos el mundo. Cambiando nuestras ideas sobre el trabajo, cambiaremos lo que sentimos cuando trabajamos.
Así que… ¿Qué vas a hacer tú para cambiar tus ideas?
Y … por cierto una curiosidad ¿eres de los que desayunan con tiempo o de los de café rapidito?