La motivación es el motor que impulsa a cualquier equipo a dar lo mejor de sí. Y aunque suene a frase hecha, las empresas que no invierten en la motivación de sus trabajadores acaban pagando el precio en forma de desmotivación, baja productividad y rotación de empleados constante. Por eso hoy vamos a hablar de algo crucial, las técnicas de motivación laboral. Si te interesa descubrir qué son, cómo se clasifican y cuáles son las 5 mejores, sigue leyendo.
¿Qué son las técnicas de motivación laboral?
Las técnicas de motivación laboral son un conjunto de acciones, herramientas o estrategias que buscan estimular el compromiso, el entusiasmo y la implicación de los empleados con su trabajo.
No se trata de dar charlas motivacionales los lunes por la mañana. Tampoco de poner una mesa de ping pong en la oficina si eso no responde a una necesidad real. Se trata de aplicar acciones concretas que conecten con lo que realmente mueve a las personas. Cuando se aplican correctamente, estas técnicas tienen efectos directos sobre:
- La productividad
- El bienestar general
- El clima laboral
- La retención del talento
- La creatividad y la innovación
Y lo mejor es que estas técnicas no dependen de que inviertas un gran presupuesto, sino de tener una mentalidad orientada a las personas.
Tipos de motivación
Antes de ver alguna herramienta más concreta, es clave que entendamos los dos grandes tipos de motivación, la extrínseca y la intrínseca, ya que esto nos ayudará a aplicar mejor cada técnica según el contexto.
Motivación extrínseca
La motivación extrínseca es aquella que proviene de factores externos al individuo, como una recompensa económica, un ascenso, un reconocimiento público o evitar una sanción. Es muy fácil de aplicar y medir aunque, si no se acompaña de una motivación interna, perderá bastante efecto con el tiempo. Por poner algún ejemplo de este tipo:
- Prima por objetivos.
- Subida de salario.
- Una mención (positiva) en la reunión semanal, es decir, reconocimiento.
Motivación intrínseca
La motivación intrínseca es aquella que nace del interior de la persona. Está relacionada con el placer de hacer bien una tarea, el deseo de superación o la satisfacción de contribuir a algo importante, relevante. Es mucho más profunda que la extrínseca, pero requiere de conocer bien al equipo, así que primero hay que crear un entorno que favorezca esta conexión.
Por ejemplo, sentir orgullo por un proyecto bien hecho (y que su superior sepa reconocerlo), disfrutar resolviendo un problema más complejo de lo normal, o saber que su trabajo ha tenido cierto impacto.ç
5 técnicas de motivación laboral
Vamos ahora con las acciones prácticas. Aquí os dejamos 5 técnicas de motivación laboral que puedes empezar a aplicar en tu empresa hoy mismo. Son sencillas, pero si las implementas con constancia y coherencia, notarás resultados reales.
1. Valora sus opiniones
Algo tan fácil como valorar las opiniones de tus empleados funciona porque a todos nos gusta sentirnos escuchados. Y no solo oídos, sino verdaderamente tenidos en cuenta. Cuando los empleados sienten que sus ideas se valoran, se sienten parte del proyecto, no meros ejecutores, como si fuesen un número más. No caigas en el error de pedir opinión “por hacer algo bonito”. Si pides ideas, asegúrate de responder a todas, aunque sea para explicar por qué no se aplican. Puedes:
- Crear canales de participación (buzones de sugerencias, reuniones abiertas, formularios).
- Integrar la recogida de ideas en los procesos habituales (por ejemplo, en las reuniones semanales).
- Aplicar algunas de esas propuestas y comunicar claramente cuándo se hace.
2. Sistema de incentivos
Una de las mejores técnicas de motivación laboral si lo combinas con otra técnica (como valorar esfuerzo u opiniones, o dar ciertos beneficios, como un par de días opcionales de teletrabajo a la semana). Funciona porque reconocer el esfuerzo de forma tangible es una manera directa de generar compromiso. Los sistemas de incentivos son una de las técnicas de motivación extrínseca más utilizadas… y si se hacen como es debido, pueden funcionar muy bien. Asegúrate de que todos los empleados entienden cómo funciona el sistema y que las condiciones sean equitativas, así que para aplicarla:
- Define bien los objetivos a alcanzar: deben ser realistas y medibles.
- Alinea los incentivos con los valores de la empresa (no solo premiar productividad, sino también trabajo en equipo, innovación, etc.).
- Varía los tipos de recompensas: pueden ser económicas, en especie, días libres, experiencias…
3. Valorar el esfuerzo (no solo los resultados)
No siempre se puede llegar al 100% de los objetivos, pero eso no significa que no se haya trabajado, o no se hayan implicado de verdad. Valorar el esfuerzo construye una cultura de reconocimiento, no solo de éxito. Por lo tanto, haz que los líderes del equipo den ejemplo, ya que la valoración del esfuerzo debe venir desde arriba.
Puedes felicitar de forma más explícita cuando se esfuerzan, aunque no lleguen a conseguirlo. También puedes compartir aprendizajes de intentos fallidos, y por último, haz que el feedback positivo forme parte de la cultura habitual, que no sea puntual.
4. Impulsar el trabajo en equipo
Es muy importante sentirse que formas parte un grupo cohesionado, es algo que nos motiva, nos protege del estrés, y potencia mucho la colaboración. Trabajar y llegar a las metas juntos, nos motiva. No hace falta hacer grandes actividades para fomentar equipo. A veces, una comida compartida o un pequeño reto en común puede tener más impacto que una salida de empresa. Para implementar esta técnica de motivación:
- Promueve dinámicas de team building (actividades colaborativas, talleres, juegos…).
- Evita fomentar la competencia interna tóxica.
- Celebra los logros grupales, no solo individuales.
- Asigna proyectos que impliquen colaboración entre personas de distintos perfiles.
5. Beneficios sociales
Terminamos con esta técnica de motivación laboral, porque hoy en día, dicha motivación también pasa por el bienestar personal. Esto es una forma de demostrar que te importan tus empleados, que los cuidas más allá del sueldo. Como consejo práctico, te recomendamos que, antes de implementar beneficios a ciegas, preguntes a tu equipo qué valoran más. Lo importante no es ofrecer de todo, sino ofrecer lo que de verdad tiene impacto. Puedes:
- Ofrecer flexibilidad horaria real (entrada/salida, teletrabajo, jornada intensiva).
- Implementar retribución flexible (cheques guardería, formación, seguro médico…).
- Poner a su disposición servicios de bienestar, como un psicólogo o fisioterapeuta.
Conclusión sobre las técnicas de motivación
Las técnicas de motivación laboral son más necesarias que nunca en un entorno donde el talento elige dónde quiere trabajar. No se trata solo de retener, sino de cuidar, valorar y construir entornos donde las personas se sientan parte de algo que importa de verdad. Y recuerda: no necesitas hacerlo todo de golpe. Empieza por una técnica, aplícala bien, observa su efecto… y ve sumando poco a poco. Motivar a un equipo no es una acción puntual, es una actitud de liderazgo constante. Os dejamos una tabla resumen de estas 5 técnicas. ¡Hasta la próxima!
Técnica de motivación | Tipo de motivación | Beneficios principales |
---|---|---|
Valorar opiniones | Intrínseca | Fomenta la implicación, refuerza el sentimiento de pertenencia |
Sistema de incentivos | Extrínseca | Aumenta la productividad, premia resultados concretos |
Valorar el esfuerzo | Intrínseca | Fortalece la cultura del reconocimiento, motiva incluso en el error |
Impulsar el trabajo en equipo | Intrínseca | Mejora la colaboración, refuerza vínculos y el clima laboral |
Beneficios sociales | Extrínseca | Reduce el estrés, mejora el bienestar y la fidelización |