A la hora de formar equipos o seleccionar talento, surge una duda recurrente entre responsables de RRHH y líderes de equipo: ¿Qué es más importante, la actitud o la aptitud? Aunque ambas son esenciales para el buen funcionamiento de una organización, su peso en los procesos de selección puede variar según el puesto, el entorno laboral o incluso la cultura de empresa.
Comprender la diferencia entre aptitud y actitud, y saber qué valorar más en cada contexto, puede marcar una gran diferencia en la calidad del talento incorporado. En este artículo te explicamos en qué consiste cada una, cómo impactan en el trabajo diario y qué tener en cuenta para identificar al candidato ideal.
¿Qué es la actitud?
En el contexto empresarial, la actitud hace referencia a la disposición emocional y mental que una persona demuestra en su día a día: cómo se enfrenta a los retos, cómo se relaciona con los demás y qué energía aporta al equipo. No hablamos de formación o experiencia, sino de formas de ser y actuar.
Desde el punto de vista de selección de personal, una buena actitud puede ser incluso más determinante que la formación técnica. Muchos responsables de RRHH coinciden en que es más sencillo enseñar una tarea que cambiar la actitud de alguien.
Actitudes más valoradas en el entorno laboral
Algunas de las actitudes más buscadas por las empresas al contratar son:
- Compromiso con los objetivos de la organización.
- Proactividad para resolver problemas sin esperar órdenes.
- Flexibilidad ante cambios o situaciones nuevas.
- Capacidad de trabajo en equipo y colaboración.
- Ganas de aprender y crecer dentro de la empresa.
Estas actitudes fomentan un buen ambiente laboral, reducen conflictos y contribuyen al rendimiento colectivo. Por eso, evaluarlas bien en una entrevista es clave para evitar errores de contratación.
Ejemplos de actitudes en una entrevista
Aunque este no es el foco del artículo, también es útil identificar ciertas actitudes en los candidatos durante la entrevista. Algunas claves son:
Seguridad sin arrogancia.
Interés genuino por el puesto.
Escucha activa y respeto.
Capacidad de mantener la calma ante preguntas difíciles.
¿Qué es la aptitud?
La aptitud se refiere a la capacidad técnica, cognitiva o física que tiene una persona para realizar una tarea de forma eficaz. A diferencia de la actitud, la aptitud puede medirse: con pruebas, formación, experiencia o certificaciones.
En selección de personal, evaluar bien las aptitudes es fundamental para garantizar que la persona pueda desempeñar el rol con solvencia desde el primer día o tras un periodo breve de formación.
Aptitudes más valoradas en las empresas
- Capacidad de análisis y toma de decisiones basadas en datos.
- Habilidad técnica, como el dominio de herramientas específicas.
- Creatividad para aportar soluciones originales.
- Liderazgo para guiar equipos y gestionar personas.
- Organización para gestionar tiempos y recursos.
En sectores como la ingeniería, el desarrollo tecnológico o las finanzas, estas aptitudes pueden ser determinantes. Pero también lo son en entornos más relacionales si se combinan con buena actitud.
Actitud vs Aptitud: diferencias clave
Ambos conceptos son distintos, aunque complementarios:
Característica | Actitud | Aptitud |
---|---|---|
Naturaleza | Emocional y motivacional | Técnica y cognitiva |
Forma de adquirirla | Se cultiva con experiencias y valores | Se desarrolla con formación y práctica |
Ejemplo | Ganas de aprender | Conocimiento de Excel |
Valor para el trabajo | Alta: mejora el ambiente laboral | Alta: mejora el rendimiento técnico |
¿Qué valorar más al contratar: actitud o aptitud?
No hay una única respuesta válida. Dependerá de:
- El puesto ofertado.
- La cultura organizacional.
- El tipo de equipo al que se incorporará la persona.
- La posibilidad o no de formar técnicamente al candidato.
Una frase muy extendida en RRHH es: «Contratamos por actitud, formamos en aptitud». Es decir, si la persona tiene una excelente disposición y ganas, es más sencillo enseñarle lo que necesita aprender.
Por el contrario, alguien con muchas aptitudes técnicas pero una actitud negativa puede afectar al clima laboral y generar conflictos o desmotivación en el equipo.
¿Cómo evaluar actitud y aptitud en procesos de selección?
En AYANET utilizamos un enfoque integral basado en herramientas de evaluación de competencias, entrevistas por valores y dinámicas de grupo que nos permiten detectar tanto las aptitudes clave como la actitud real de los candidatos.
Además, ayudamos a nuestros clientes a diseñar procesos más eficaces de selección, alineados con su cultura y sus objetivos de negocio.
Conclusión: equilibrio entre actitud y aptitud
En resumen, tanto la actitud como la aptitud son esenciales en la selección de personal. Lo importante es saber cuándo priorizar una sobre la otra y cómo identificar ese equilibrio perfecto que necesita tu equipo.
¿Estás buscando talento para tu empresa? ¿Quieres mejorar tus procesos de selección y evaluación? En AYANET llevamos más de 25 años ayudando a las organizaciones a construir equipos sólidos, comprometidos y con potencial de crecimiento.
¿Listo para potenciar tu equipo?